sábado, 9 de enero de 2010

Cambiare

Si bien mucha veces dije que odio los cambios, hay uno en particular que me simpatiza demasiado. Es con respecto a mí. El otro día hablando con mi primo surgió el tema de mis actitudes, y personalidad cuando era más chica.
Era muuuy antipática hasta el punto que no saludaba a nadie. Por ejemplo, ibamos a dar una vuelta y mis primos se mataban tocandome bocina y yo me hacia la boluda y no los saludaba. La verdad que me pongo a pensar y no puedo creer que yo era así.
Vivia de mal humor, como estaba siempre chinchuda era el centro de joda de los domingos, hasta que me calentaba y les decia "queriiiiiiidos dejenme de joder", es hasta el día de hoy que me siguen imitando cuando decía eso y terminamos riéndonos todos. Porque al fín y al cabo a veces es divertido reirse de uno mismo.
Por suerte algunos cambios son para bien, como este.